El Mar.


el murmullo de las olas al llegar, acarician mis pies, suaves, refrescas mi ser.
Solo tú, me comprendes y no refutas mis pensamientos solitarios, agoviados; porque me amas,
tu quietud, tu espera, tu oir es magico y acallas con ello a mi desesperado corazón.
¡Que tranquila eres!

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